Fortaleza Gröningerkrauserx

Había estado vagando por un buen tiempo, y el dinero que había atesorado con un gran esfuerzo como Guardia personal de una viuda adinerada se me había terminado. Una vez muerta la dama me habían despedido injustamente, pero al menos la bonificación me había mantenido a lo largo de los últimos meses.

Ahora me encontraba vagando por las calles calurosas, sin un rumbo fijo ni ánimo alguno realmente de seguir caminando pero forzado por la escazes. Aunque no fuese el mejor y más hábil con las armas, era aceptable y apesar de esto la estrechez económica me llevaba a aceptar el oficio que me pusieran.

Vi un alboroto, al parecer alguien importante había llegado y se dirigía a su mansión. Vislumbre una oportunidad de ejercer mi oficio, lo que me permitía disfrutar mi labor.

Rápidamente me acerque a la mansión y toque a la puerta después de darle una última revisadaa mi cabello y mi aspecto en general, no quería causar una mala impresión.

Había seguido al sirviente silencioso; era una casa muy bonita y muy adornada, ojalá la persona que tenía esta posesión me contratase. Ese era mi pensamiento. Lo primero había sido dejar mis armas en la entrada, venía vestido como usualmente lo hacía cuando era guardia, con mis armas de una vez.

Seguiamos caminando y caminando más por el lugar, iba viendo los adornos esperando a ver quien sería, por decirlo de alguna forma, mi cliente.

-... -había pensado en hacer alguna pregunta pero me contuve, no quería dar la impresión de ser un tonto o hacer alguna pregunta estupida.

Me estaba poniendo cada vez más nervioso, y por ello mis mejillas se colorearon de un tono carmín más notorio. Me ponía más nervioso al saber que mis nervios me traicionarían y haría algun tipo de tontería.

Finalmente llegué detrás del criado a una sala y haciendo algo de memoria recorde que esa debería de ser la sala de estar de la casa, o del dueño; mis nervios me estaban ya poniendo hasta a pensar tonterías. Logré ver a quien me entrevistaría. Mis nervios hicieron que mis mejillas se colorasen más de ese tono enrojecido.

Me senté totalmente apenado aunque en mi interior pensaba salir inmediatamente de ese lugar; estaba totalmente nervioso y entre más me intentaba tranquilizar más nervioso y colorado me ponía.

-Yo no tomo vino... -pronuncíe con la voz un poo temblorosa cuando oí la oferta de tomar vino, pensé por un instante que se molestaría.

Tomé la copa y comencé a beberla rapidamente y de lo que me temblaban las manos un poco se escurrió por las uniones de mis labios, haciendo que me pusiese aun más sonrojado al verme aun más infantil por esto. Nunca había tomado nada alcoholizado y el efecto no se hacía esperar.

-Yooo... -comencé a hablar con un sonrojo aun peor por mi estado de ebriedad-Yo señor soy muy bueno -continué mientras me levantaba-Verá, yo puedo hacer cualquier cosa que se me... -no alcance a terminar de decir lo que iba a decir porque como estaba caminando hacia él, de la borrachera había caido ya en el sopor y mi cabeza había caído sobre una de sus piernas.

Yo oía una voz nada más pero no tenía control de mi cuerpo.

Estaba en un estado de semi-inconsciencia y en es posición algo incomoda.

-yuagh... -balbucé algo sin sentido por lo borracho que estaba.

Intente incorporarme un poco, pero me era demasiado dificil en ese estado. Moví mi brazo y me tope con algo... Comencé a palpar aquello no teniendo ni idea de como era debido a mi estado alcoholizado.

-quegh... -intenté hablar de nuevo pero no lograba pronunciar nada coherente mientras continuaba palpando eso que cada vez sentía más caliente y duro.

Sin darme cuenta estaba acariciandole la entrepierna, y mientras eso mi cara aun seguí sobre su pierna demasiado cerca del lugar dónde palpaba mi mano.

-ahh.... es tan calido y agradable aqui... -decía borracho e incoherente sin prestarle mucha atención al mayor y lo que me decía.

Ahora no solo acariciaba el endurecido miembro sino que me abrazaba a el mayor con mi otro brazo dejando mi mejilla batante cerca a su entrepierna.

Era una sensación desconocida y única apra mi, sentía un calor atrayente de eso que palpaba.

-Se siente muy bien así... -decía casi susurrante mientras refregaba mi mejilla en esa fuente de calor que se había convertido el endurecido miembro del mayor.

Deje caer mi aliento sobre el cada vez más grande y endurecido miembro.

-uhm... ¿a que sabrá? -me cuestione mientras comenzaba a dar pequeños lenguetazos al miembros sin sentir abor alguno por estar dentro de la ropa-Ahh... -exclamé al hallar algo un poco menos caliente metiendo mis manos dentro de algo que era la ropa del Duke-quiero probarlo... -susurre mientras hurgaba entre la ropa y finalmente logrndo sacar el caliente miembro aspirando su aroma que alcoholizadamente era muy agradable.

El sabor era delicioso, lo pude comprobar una vez empecé a lamer directamente aquello.

-uhm...es exquisito... -decía lamiendo mientras el efecto del alcohol empezaba a pasar y lograba entender mejor lo que oía-si... yo soy virgen...está es mi primera vez... -decia entre lamidas-me llamo Aka..Aka Erick..y si..me encanta esto... -finalicé mientras intentaba meerme aquello en la boca sin dejar de lamerlo con mi lengua.

Era un poco dificil meterme eso, mi inexperiencia era fatal, pero en parte en medio de mi torpeza había bajado una mano y rozado la base del miembro que tenia entre mi boca.

-esta muy grande esta paleta... y muy caliente... -dije habiendome sacado el miembro de la boca para poder hablar mientras ya comenzaba a juguetear con la bolsita debajo del miembro del mayor.

Era deliciosa la sensación que inconscientemente me recorria el cuerpo al hacer aquello, y de neuvo me metí la punta dle miembor en la boca.

Eso que había tomado era delicioso, me relamí los labios.

-humhm...que relleno de helado tan rico.. -dije finalmente aunque ya a solas e el lugar.

Comencé a recuperar la conciencia un rato después recostado en un sillón. Me di cuenta de dónde estaba y comencé a hacer emmoria de lo sucedido quedandome nervioso y coloraod, nunca habia hecho algo parecido.

En definitiva no volvería a tomar nunca más en mi vida.

Me dirgí aun un poco mareado al lugar designado, caminaba un poco torpe pero cada vez me sentia mejor que como me sentia al principio.

El dolor de cabeza era algo insoportable, pero tenia que cumplir mi trabajo.

-fuuuf... -suspiré mientras después de bañarme y tomar algo de agua me comenzaba a vestir con el traje que habia encontrado allí mismo.

Eran unas ropas elegantes, demasiado, y no tenían demasiada protección.

Al aprecer habia sido contratado como recolector de balas o proyectiles, eso hizo que supirase un poco con resignación.

-bueno... creo que al menos tengo trabajo decente -dije mientras temrinaba de ponerme la ropa.

Salí y bajo indicaciones de los otros sirvientes llegué a dónde tenía que esperar al señor Duke.